Cuidar el cabello de porosidad baja es muy diferente a cuidar el cabello de porosidad alta. De hecho, tener el cabello poco poroso significa que le cuesta mantenerse bien hidratado. A continuación te explicamos cómo cuidarlos.

La peculiaridad de mi cabello no poroso.

Para poder tener el mejor cuidado del cabello posible, es importante conocer la porosidad de tu cabello. El cabello de porosidad baja tiene escamas apretadas que impiden que la humedad penetre. Como resultado, el agua tendrá dificultades para penetrar la fibra capilar. Pero una vez dentro, es muy difícil salir, por eso es tan difícil secar el cabello.

Existen muchos signos que indican la presencia de cabello poco poroso, como por ejemplo:

  • Falta de flexibilidad del cabello.
  • El secado lleva más tiempo
  • Los productos permanecen en la superficie.
  • Cabello seco

Precaución: El cabello de “Baja Porosidad” suele ser sinónimo de cabello deshidratado y dañado. Por ello, es fundamental implementar una rutina adecuada para mantener tu cabello en buen estado de salud.

Una rutina adaptada a la baja porosidad

El objetivo es adaptar los tratamientos y comprender mejor los pasos a seguir para ayudar a abrir la balanza. Para que los productos para el cuidado de la piel se absorban, la fibra capilar debe ser ligera, penetrante, hidratante y cálida. ¡Y si! En este caso, el calor ayuda a abrir las escamas y por tanto a hidratar el cabello.

Para que el cabello de porosidad baja esté más hidratado es importante empezar por lavarlo con más frecuencia. Te recomendamos lavar tu cabello una vez por semana, ya que esto evita la acumulación de producto que podría impedir que tu cabello esté adecuadamente hidratado.

Y recuerda siempre lavar tu cabello con agua tibia o incluso caliente. Como dije antes, el calor es una forma efectiva de ayudar a que tus cutículas se abran y absorban más fácilmente los productos/cuidados de tu rutina. Para evitar apelmazar el cabello, los champús clarificantes son clave.

  • No descuides los aceites vegetales.

Utilice aceites ligeros. Sí, no estás soñando. Algunos aceites vegetales son ideales para hidratar el cabello de porosidad baja. Por ejemplo, puedes aplicar aceite de jojoba antes de cubrir tu cabello con un gorro térmico para ayudar a abrir las escamas. También puedes utilizar aceite de almendras dulces, aceite de pepitas de uva…

Los humectantes deben elegirse en función de sus propiedades humectantes. En particular, la presencia de humectantes. Los humectantes atraen el agua y la retienen en la fibra capilar. Algunos ejemplos de humectantes son la glicerina vegetal, la miel, etc.

Así que elige productos para el cabello que contengan glicerina, miel y aceite vegetal ligero, ¡y tu cabello te lo agradecerá!

Cuidado del cabello de baja porosidad – En el cuidado del cabello

El cabello de baja porosidad tiene una cutícula muy apretada que dificulta la absorción de humedad y nutrientes. A continuación te damos algunos consejos para cuidar adecuadamente el cabello con porosidad baja:

Hidratación profunda regular: dado que el cabello de porosidad baja tiene dificultades para retener la humedad, es importante recibir tratamientos de hidratación profunda con regularidad. Utilice acondicionadores y mascarillas que contengan ingredientes humectantes como aceite de coco, glicerina o aloe vera. También puedes considerar el método de la bolsa de plástico o usar calor moderado para abrir las cutículas y mejorar la absorción del producto.

Utilice productos livianos: elija productos que sean livianos y que no dejen residuos, ya que el cabello de baja porosidad puede volverse pesado y grasoso fácilmente. Busque productos etiquetados como «sin silicona» o «sin sulfato» para evitar la acumulación.

  1. Evita el exceso de proteínas: Aunque las proteínas son importantes para fortalecer el cabello, el exceso de proteínas puede hacer que el cabello de baja porosidad se vuelva rígido y quebradizo. Utiliza tratamientos con proteínas con moderación y equilibra con tratamientos hidratantes.
  2. Aumenta la temperatura durante el lavado: El calor puede ayudar a abrir las cutículas del cabello y permitir una mejor penetración de los productos. Aumenta ligeramente la temperatura del agua al lavar el cabello para ayudar a que los productos penetren mejor.
  3. Enjuague con vinagre de sidra de manzana: El enjuague con vinagre de sidra de manzana diluido en agua puede ayudar a equilibrar el pH del cabello y a cerrar las cutículas, lo que resulta en un cabello más suave y brillante. Realiza este enjuague una vez a la semana después de lavar tu cabello.